COMUNICADO

Los últimos acontecimientos en la cinematografía peruana son sumamente graves. A las denuncias sobre notorias irregularidades en la anterior gestión del ex CONACINE se ha unido la separación del  cargo de Director de Industrias Culturales y Artes a Christian Wiener, lo que pareciera una forma de acallar estos y otros asuntos pendientes de investigación en el sector, promovido por el círculo de cineastas agrupados en la APCP, que aprovechando sus influencias y el hecho de ser figuras mediáticas, han logrado este triunfo pírrico.

Durante la gestión de Wiener se ha conseguido por primera vez el monto total destinado a los premios, ampliándose los concursos, y permitiendo que participen todos los que durante años fueron excluidos por quienes dominaron a su antojo la Ley y sus beneficios, porque, según sus particulares criterios, no eran cineastas, especialmente los regionales, o, según palabras del ex Secretario Ejecutivo Emilio Moscoso, las películas que se producían no eran de su agrado y le "aburrían". Estos fueron los argumentos utilizados durante la gestión que presidió Rosa María Oliart para excluir a una gran mayoría, beneficiando a un pequeño grupo, los mismos que en recompensa la contrataron para sus películas, aun cuando era la funcionaria del Estado, que estaba obligada a ser independiente y neutral en su accionar.

Asimismo, esta gestión promovió de manera conjunta con los diferentes gremios de cineastas, sin excluir a ninguno, la redacción de un proyecto de nueva ley de cinematografía y el audiovisual que promueva el cine de forma integral, descentralizada y asegurando la distribución y exhibición de las películas, porque de nada sirve que se sigan financiando producciones que no se ven o sólo llegan a una mínima cantidad de personas. Y luego se recogió el parecer de la comunidad cinematográfica, incluyendo a los gremios de distribuidores y exhibidores, en busca de un texto consensuado, sin renunciar a las propuestas básicas a favor del cine peruano.

Es lamentable ver como los intereses de un grupo, generalmente monetario, pueden entorpecer la buena voluntad de una persona, que tenía toda la voluntad de poner la casa en orden y generar los mecanismos necesarios para que el cine nacional empiece a andar. Con la salida de Christian Wiener del Ministerio de Cultura, todo lo poco que se estaba avanzando puede venirse abajo. Sería lamentable regresar a los días en que los premios para el desarrollo de proyectos, se distribuían entre los amigos y allegados. Por eso, es necesario que el Ministerio de Cultura garantice públicamente que se seguirán con las políticas de apertura, transparencia, respeto a las normas y mayor inclusión en el campo cinematográfico, que se continuará impulsando la nueva Ley de Cinematografía y el Audiovisual Peruano, y que no se interrumpirán las necesarias y urgentes investigaciones de todo lo actuado en el ex CONACINE.

Finalmente, queremos saludar la acción de Christian Wiener en su gestión de Industrias Culturales y Artes, y manifestarle públicamente  nuestro reconocimiento a su labor y la consecuencia de su trabajo en el Estado a favor de todos los cineastas y no solo de un grupo.

26 de octubre del 2012

Junta Directiva

ACRIP